3 diciembre, 2020 | SuperFinanzas
Hemos visto cómo en los últimos años tanto instituciones financieras conocidas como nuevas comienzan a ofrecer sus servicios financieros de manera digital. Los portales web, aplicaciones y correos electrónicos se están convirtiendo en los nuevos medios para adquirir financiamiento, invertir y guardar ahorros. El direct banking es un modelo para instituciones financieras sin sucursales que ofrece sus servicios de manera remota.
En México, este acercamiento a los servicios financieros ha sido bien recibido tanto por las instituciones, que encuentran una ventaja bajando significativamente sus costos operativos, como por los usuarios, que prefieren la conveniencia y aprovechan créditos usualmente más baratos y rendimientos más rentables.
Este modelo permite a las instituciones financieras ahorrar una enorme cantidad de recursos en costos operativos. Operar un modelo con sucursales significa un gasto importante de recursos de capital físico y humano para la institución.
Al estar liberados de estos costos con los que tiene que correr la banca tradicional, las instituciones financieras que adoptan el modelo de direct banking pueden redirigir esos recursos al desarrollo de plataformas más eficientes para ofrecer sus servicios. Además, esto significa que estas instituciones cuentan con un margen más amplio para competir con créditos más baratos e inversiones más rentables.
El modelo del direct banking permite a las instituciones financieras colocar al cliente como foco central de los servicios que ofrecen. En vez de hacer que el usuario se traslade hasta la sucursal bancaria, los servicios se ajustan a la comodidad y preferencias del cliente y es posible realizar operaciones a través de plataformas digitales, por correo electrónico o por teléfono.
Todas estas ventajas que ofrece el modelo del direct banking democratizan el acceso a los servicios financieros a sectores de la población que de otra forma no podrían acceder al crédito o a invertir. Los productos financieros se adaptan a las necesidades específicas de sus mercados, lo que promueve la inclusión financiera.