5 marzo, 2020 | SuperFinanzas
La curva de rendimiento es la relación que existe entre la tasa de interés y el plazo al que está depositado un instrumento financiero. Para entender esta relación partamos de dos categorías: depósitos a corto plazo y depósitos a largo plazo. ¿Cómo son los rendimientos para cada caso? La respuesta puede parecer obvia: los depósitos a largo plazo implican mayores rendimientos que en el corto plazo.
La razón es intuitiva. Las instituciones financieras (y, a veces, los gobiernos) tienen que que compensar a los inversionistas con intereses cada vez más altos entre más largo sea el plazo del depósito. Si un inversionista no va a poder disponer de su inversión en, digamos, 5 años, debe recibir mejores intereses que si solo deposita sus recursos a 1 mes.
El detalle es que no siempre se cumple esto. ¿Qué sucede cuando la relación entre plazo y rendimiento se voltea? Se invierte la curva de rendimiento. La curva invertida es una situación en la que una inversión genera menos intereses a largo plazo que a corto plazo. Aunque parezca contraintuitivo de entrada, es una manera en la que los mercados envían señales cuando hay incertidumbre en el ecosistema económico.
En otras palabras, lo que nos dicen los mercados financieros es que no tienen la suficiente confianza de que, en el corto plazo, la economía se expanda. Observan un riesgo latente de que puedan suceder cosas como:
Y, por lo tanto, prefieren migrar hacia depósitos e inversiones a largo plazo
Las últimas siete recesiones económicas en Estados Unidos ocurrieron luego de que se invirtiera la curva de rendimientos. Muchos economistas hablan de este escenario como un indicador que sugiere una recesión económica. La última vez que ocurrió esto con los rendimientos de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos fue en 2007, un año antes de que llegara la crisis inmobiliaria de 2008.
En México aproximadamente desde mediados del año 2018 la curva de rendimientos de los bonos de gobierno se ha estado invirtiendo. Inversiones de corto plazo como los Cetes a 28 días ofrecen tasas más atractivas que los bonos a largo plazo.¿ Podría ser este un indicio de que nos estamos acercando a una desaceleración económica?
Si sucederá o no, no sabemos, pero podemos compartirte unos cuantos tips para que estés preparado.